
Semana de Champions, de las que nos gustan, los partidos de vuelta en los que sólo quedan 90 minutos por disputar y hay que hacer bien los deberes o te vas a casita.
Esta semana era el turno de dos equipos españoles: Barça y Valencia; el primero, venía con un resultado adverso (2-1) contra el Arsenal en el Emirates, mientras que al Valencia le valía con un empate a goles en Gelsenkirchen frente al Schalke 04.
Aún con esos resultados en los partidos de ida, ambos partían como favoritos en la eliminatoria;
El Barcelona, debido al juego espectacular que lleva paseando por todos los estadios de Europa desde hace tres años, seguía siendo favorito, ya que 90 minutos en el Camp Nou son 'molto longo' como diría aquél.
Y la verdad es que el Barça no defraudó. En la primera parte hubieron ciertas dudas en el ataque, aunque en ningún momento renunció a su estilo y éso dio su fruto en el alargue de la primera parte, cuando Messi recibe un balón de Iniesta que define frente a Almunia de forma magistral.
La segunda parte se presentaba como un monólogo blaugrana, hasta que a la salida de un córner del Arsenal Busquets hizo un autogol que hacía peligrar la eliminatoria.
'En momentos de corazón caliente hay que tener la cabeza fría', debió pensar Iniesta antes de hacer la jugada del gol de Xavi, un gol marca de la casa y que daba cierta tranquilidad.
Con el 2-1 el Barça hizo lo que le gusta, tocar, tocar y tocar hasta aburrir al rival y encontrar un hueco, ese hueco fue aprovechado por Pedro que provocó un penalti que transformaría Messi para el 3-1.
Al final del partido peligró la eliminatoria en una contra del Arsenal, pero Mascherano afianzó la pelota jugándose el tipo.
También hubo tiempo para la polémica con la expulsión rigurosísima de Van Persie y un penalti no señalado a Messi. Wegner no estaba demasiado contento con la actuación de Busacca y lo dejó bien claro al dar la enhorabuena a Guardiola por el partido: 'Puedes felicitar al árbitro', espetó el francés indignado por el arbitraje.
En conclusión, ganó el fútbol, ganó el espectáculo, ganó el Barça.
El Valencia comenzó el partido muy bien, con las ideas bastante claras y con la intención de domar la pelota y hacer correr y sudar al equipo alemán.
Y así fue al principio, el equipo Ché fue a Alemania a por todas mientras que el Schalke esperaba paciente el devenir de los acontecimientos, hasta que un jugadón de Topal por la banda izquierda acaba en un centrochut que golpea con violencia la cabeza de Ricardo Costa y el balón acaba en el final de las mallas del Schalke, cierta fortuna que acaba como el Valencia merecía, con el 0-1 en el marcador y cuartos de final más cerca.
Con el 0-1 el Valencia se gustó y jugó al fútbol con criterio y cabeza. Cuando mejor estaba el Valencia, el peruano Farfán puso el empate en el electrónico con una falta lanzada magistralmente. Empataba el encuentro el Schalke 04 sin merecerlo demasiado.
En la segunda parte el equipo alemán salió a por todas y en una jugada desafortunada para Guaita Gavranovic puso el 2-1 en el marcador, resultado que dejaba al Valencia fuera.
El Valencia lo intentó con todo, jugó como sabía, pero se encontró con un enorme Neuer y la mala fortuna.
Al final en una contra cuando todo el Valencia atacaba, el Schalke hizo el 3-1 definitivo.
Una derrota inmerecida para los chicos de Unay Emery, que también acabó indignado por regalar un partido que tenía ganado.
La semana que viene le toca al Real Madrid afrontar su partido de vuelta frente al Olympique de Lyon. Desde Sportday.es le deseamos toda la suerte del mundo.




