
Todos los que vimos el pasado martes el partido de octavos que enfrentaba al Real Madrid contra el Málaga, vimos que el Madrid -claro favorito, dio mucho que desear. Los merengues estuvieron a punto de tirar por la borda la Copa del Rey, y sólo un fallo de Sergio- hizo que el Madrid empatara y se subiera.
Aunque Mourinho diga lo que le incumbe, el juego de la central lechera está a años luz del juego que hace el FC Barcelona. Ese juego que tira más de casta y de prisas que de toque y buen juego -señala DiarioGOL-. Y de hecho es así, este juego no gusta a nadie.
Mourinho tuvo que usar toda su pólvora para remontar y finalmente el Madrid logró darle la vuelta al marcador en la última media hora gracias a los goles de Khedira, Higuaín y Benzema. 3-2 final que deja la eliminatoria abierta y que demuestra que el Málaga daría más problemas al Barça en cuartos que el Madrid.




