Tal y como sucedió hace dos años, en la eliminatoria con el Inter. Entonces el Barça se disponía a viajar a Milán pero la rupción del volcán islandés Eyjafjalla provocó una nube de ceniza que azotó buena parte del espacio aéreo europeo, por lo que el viaje de los culés se convirtió en algo agotador, tras varias horas de viaje en autorcar.
Esta vez la odisea no la provocaría la naturaleza, sino el propio ser humano. El Barça podría volver a tener problemas para desplazarse a Milán, ciudad en la que disputará la ida de cuartos de final de la Champions el 28 de marzo,
un día antes de la huelga general que tendrá lugar en España un día después.
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