
El Villarato no tiene límites. El comité técnico de árbitros, se ha visto obligado sancionar a Pepe por llamar hijo de puta al árbitro, y lo ha castigado con la ridícula sanción de dos partidos. Es decir, ¡llamarle hijo de puta y humillarle sale solo por dos partidos!
El colegiado no dudó en incluir en su informe las palabras del portugués, aunque de poco ha servido vista la ridícula sanción. La noche no fue nada fácil para el árbitro después de que sus decisiones fuesen discutidas por el conjunto blanco una vez que el Villarreal empató el partido en el minuto 82, sin embargo se comió dos penaltis favorables al Villarrea. Ramos, Özil, Llourinho y Rui Faria fueron expulsados y vieron la parte final del encuentro fuera del campo.
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