Dice hoy José María García en una charla con los lectores de Marca.com que se ha perdido la ética en el periodismo, y por desgracia, tiene razón.
Sólo hay que ver a los periodistas que aplauden a un jugador en una rueda de prensa cual forofos en el estadio. O al que ríe las gracias de un señor cuando falta el respeto a un periodista presente en la rueda de prensa. Ni que decir tiene el que incita a la violencia o el que dedica su portada a Piqué y Shakira.
Esta profesión, dirigida por juntaletras, como el propio García ha dicho, ha caido en una triste dinámica de chupaculos a presidentes, jugadores, instituciones y equipos.
Diarios deportivos han caido en manos de periodistas que han olvidado contar lo que ven, y ahora cuentan lo que quieren ver.
Por las mañanas me levanto y lo primero que hago es visitar las webs de los diferentes diarios deportivos a ver si una portada, por fin, da la sorpresa y es imparcial, o se dedica a la noticia del día y no a los motes que se ponen unos jugadores, pero como siempre, me llevo una decepción.
En Madrid se habla del Madrid y se critica al Barça.
En Barcelona se habla del Barça y se critica al Madrid.
Sin novedad en el frente, pienso yo.
Tenemos suerte de contar con un medio digital que nos da una alternativa, lástima que el rigor y la seriedad periodística no tenga el reconocimiento merecido.
No hay día que no me pregunte porqué lo que enseñan a no hacer en la Facultad de Comunicación es lo que hacen los distintos medios deportivos todos los días.
¿Será cosa del dinero?
No sé para qué pregunto.
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