Tal cual dice el título. El Madrid salió con su juego habitual: aburrido, sin coordinación, a balones largos y un juego sobretodo lento. En el minuto 28 de partido, el portugués
Cristiano Ronaldo logró abrir el marcador tras un balón que le vino por rebote y supo aprovechar, pero el Real Madrid no hizo nada más en todo el partido. El CSKA de Moscú, por su parte, buscó el gol todo el partido y el Diós del fútbol le recompensó ya en el descuento, cuando
Wernbloom marcó un golazo empalmando el balón desde el área pequeña.
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